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La ley de Unión Civil y fracaso del proyecto liberal peruano

Crónica de una votación anunciada

Publicado: 2015-03-12

La reciente no aprobación en el Congreso del proyecto de ley de la Unión Civil muestra el fracaso del proyecto liberal peruano. La reacción de los liberales en las redes no se hizo esperar, sin embargo ante un Congreso que ni siquiera había pasado la legislación de contra crímenes de odio contra los homosexuales, parecía  imposible que se apruebe la Unión Civil. El argumento principal que muchos liberales sostuvieron al defender la ley fueron los derechos patrimoniales, cuando en otras ocasiones en el extranjero los liberales estuvieron involucrados en las reivindicaciones LGBT lo hacían en nombre de la defensa la libertad individual.

Sin una bancada liberal en el parlamento es difícil entender las expectativas de los liberales peruanos. A la deriva desde la candidatura de Mario Vargas Llosa en el 90, algunos se esperanzaron con PPK que termino siendo un quijotesca versión de populista de Toledo y en tiempos más recientes hubo quiénes se entusiasmaron con Pablo Secada, antes de su caída en desgracia. 

Por cierto de que hablan los liberales peruanos cuando se refieren al liberalismo. Acaso se refieren al keynesianismo que deviene en una inmensa burocracia, no creo que los liberales locales quieran eso. Acaso se refieren al liberalismo clásico a lo Friedman que más parece una versión elegante del neoliberalismo, si algo sabemos es que los liberales locales es que consideran ser llamados neoliberales un gran insulto. Acaso se refieren al liberalismo clásico a lo Hayek y Mises que pese a un interesante análisis que hacen del individuo al recaer en la importancia de la tradición devienen en conservadores algo que choca con nuestros liberales. Hasta ahora no parece haber una definición.

En realidad la actual situación del Perú llamada neoliberalismo no es sino una mezcla del estatismo keynesiano, la desregulación de Friedman y conservadurismo de Hayek y Mises. Es decir la herencia liberal del neoliberalismo es algo que los liberales nacionales deben aceptar. Todavía suena bien llamarse liberal, parece que para algunos sí. Pero sin un proyecto definido es mejor que tomen en cuenta lecciones del pasado para ir a la derecha o a la izquierda. A la derecha está el estatismo del APRA y el matrimonio evangélico-fujimorista por lo que es difícil que medidas progresistas como la Unión Civil o la legalización de las drogas sean aprobados por este sector. A la izquierda en términos sociales puede haber un acuerdo, en términos económicos solo el tiempo lo dirá. 


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